Tema: Carnap y la semántica
Expositor: Raymundo Casas Navarro
Carnap en un principio su investigación no atañe al lenguas naturales, sino que por el contrario a lenguajes artificiales. Esto se debe a que el lenguaje ordinario era defectivo en esencia por ello es que sus postulados no se podían aplicar al lenguaje ordinario. Es por esto que Carnap está inscrito en la filosofía analítica del lenguaje ideal o simbólico formal y por tanto su aproximación es netamente formalista.
Además, es un pensador muy importante que debido al tecnicismo de sus escritos no ha llegado a gran público, pero en el mundo académico de la filosofía del lenguaje es muy considerado. En tanto en relación con la semántica escribió tres libros: Introducción a la semántica, Formalización de la lógica y Significado y necesidad (el libro más problemático y doctrinal).
El método semántico que utiliza busca analizar dos nociones que son capitales: intensión (apunta al significado cognitivo, lo que Frege llama el sentido en sí) y extensión (apunta a la referencia, a la verdad, a lo fregué llamaba referencia).
La intensión tiene prelación respecto de la extensión, es decir para saber si una oración es verdadera primero debemos saber acerca de su significado. Ejemplo: antes de saber si Lima es la capital del Perú, primero debemos determinar su significado (su intensión) esta guarda relación con la extensión.
Carnap para construir su teoría semántica realiza un lenguaje artificial sobre todo porque considera que el lenguaje ordinario es impreciso y vago en esencia. Por tal razón los conceptos no se pueden aplicar a este tipo del lenguaje, Carnap reconoce esto y para ello construye un lenguaje artificial utilizando letras góticos. Planteando así, que en un lenguaje artificial debe haber lo siguiente: reglas de formación (para establecer fórmulas bien formadas), reglas de designación, reglas para establecer la verdad y reglas para establecer el ámbito (lo que luego se llama el universo del discurso).
De acuerdo con este lenguaje propone un concepto que lo llama estación de estado que equivale a un mundo posible y luego platea el aporte fundamental que da a la semántica que es el concepto de “verdad analítica”, lo que se refiere a una verdad que vale en todos los mundos posibles (por ejemplo Vallejo nació en Perú o no nació en Perú). Dando así una noción respetable a este concepto, ya que nos dice que si una oración se determina sobre las bases de reglas semánticas es una verdad analítica, pues no necesita ser comprobada en la realidad. Propone además establecer que la verdad analítica es una verdad necesaria, por tal motivo se tiene que dar “un postulado de significado”, este postulado no es un axioma, sino simplemente una estipulación que vale en ese marco lingüístico construido para este tipo de lenguaje.
Entonces la noción de extensión es un asunto fatico, empírico, la aplicación del concepto; en cambio la intensión es un asunto lingüístico, pero dentro de un campo lingüístico previamente articulado (marco lingüístico artificial).
Luego realiza una aproximación de la semántica formal al estudio de las lenguas naturales, planteando una ruta que permite dilucidar aspectos propios de las lenguas naturales, así nos plantea que dos expresiones son sinónimas si comparten la misma intensión, lo que remite a la concepción de concepto.
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